Vuelve a mí . . .

Extraño, si es cierto, añoro, añoro aquellos días en lo que lo eras todo, extraño aquellos momentos en los que ganar vidas para ti era la prioridad, en los que dejarlo todo y seguirte no era solo otra opción más, en los que caminar era aún más maravilloso porque lo hacía para servirte a ti.

Echado, pensamientos divagantes, sé que no debería estar así, porque tú mismo me lo aconsejas en tu palabra. . .

¿Que sentido hay? ¿Qué excusa absurda podría atreverse a intentar tomar tu lugar? Eres irremplazable, aunque creo que lo he entendido por las malas, con lágrimas en los ojos, con profundas meditaciones que terminaban en una siesta para evitar la depresión, depresión de pensar una vida sin ti.

Un absurdo, tan sólo una casualidad, un descuido de una pareja, creo que son pocas las alternativas a las que se reduce mi vida si no estás aquí, me cuesta aceptarlo, y aunque, a veces quiero negarte (antes de conocerte estuve a un paso del agnosticismo), pueden pasar lapsos de escepticismo en mi mente, pero, después de todo, sé muy bien que la vida sin ti no es igual.

Hoy voy comprendiendo (tal vez lo haya hecho de  a pocos) que, eres muchísimo más que una excusa de vida, eres la RAZÓN DE QUE ESTÉ VIVO Y RESPIRANDO, eres infinitamente amoroso, dador de una paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).

Eres tan simple y cercano a mí, que me asombras, tu palabra jamás podría haber sido inspirada en sabiduría humana, eso es algo que jamás cuestionaría en el día de hoy, y sé que para acercarme a ti tan sólo hay que Creer (:

Es inimaginable tanto amor en tu interior, como para que hayas perseverado en mí todo este tiempo, en verdad no entiendo como lo haces, pero algo es seguro… LO HACES y soy feliz por eso,  y tu amor no se basa en las cosas buenas que yo pueda hacer (que en verdad son pocas) sino, se basa en que brindas un amor INCONDICIONAL.

Apenas empiezo a conocerte y ya me vas asombrando, y pienso, que si tan sólo hubiese puesto en práctica tus consejos un par de años atrás, estoy muy seguro que TODO SERÍA DIFERENTE, (tal vez personas muy importantes aún seguirían conmigo en el día de hoy) me lo dijiste, una y otra vez, pero, aunque no te haya oído, seguiste hablando para captar mi atención.

Pensando, empiezo a ver que nada ni nadie podría igualarse a ti (hace un tiempo atrás no hubiese pensado de la misma forma), nadie y en verdad NADIE podría brindarme esta calidad de amor, este amor en estado puro, sin ningún tipo de interés de por medio, sin rencor, sin mancha, sino simplemente PURO E INCONDICIONAL, como siempre has sido tú.




No sé que venga en el futuro, a partir de mañana comienza el primer día del resto de mi vida, sólo sé, que deseo pasarlos contigo ya que junto a ti cada día es un día nuevo, eres el Dios de las oportunidades, eres quien domina mi vida, eres TÚ quien decide quien aparece y quien reaparece, mientras sigo en mi vida, y sé que aún habiendo yo cometido errores... Para ti los errores cometidos por mí en el pasado, son solo eso errores pasados (echados al fondo del mar).

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
(Filipenses 3: 13 – 14)

PD:  Este versículo me vacila en sobremanera x)