sábado, 11 de junio de 2011

Políti-K.O.


Parte 1: Sentimentalista Votante
Fin.
Ha concluido, la campaña electoral ha concluido y en esta especie de “circo político” he podido apreciar como un espectador más todo este “show” del cual sólo puedo decir que lo único que pudo haber faltado aquí es que editoriales como Panini o Navarrete se dispusieran a sacar un álbum coleccionable con los “queridos” personajes políticos en cada cromo.
En fin, otra de las muchas cosas que he podido apreciar en esta temporada electoral que se viene dando desde el año 2010 con las elecciones Municipales, es que efectivamente, la prensa imparcial simple y llanamente NO EXISTE en este país, veo que muchos tildan a diarios como “El Comercio” o “Perú 21” como pro-fujimoristas, (yo diría mas bien anti-humalistas, aunque no hay que negar que sólo velan por sus propios intereses y se ponen de lado del candidato -o presidente- de turno, dejando así de lado su "imparcialidad"); pero nadie ve la otra cara de la moneda, en donde diarios como "Diario 16"  o “La República” o el aún mas enfermizamente fanático “La Primera” ponen a su candidato como una especie de Mesías “salvador de la democracia”. Y mientras esto ocurre, los trolls con cuentas falsas [en la gran mayoría de los casos] y una debilidad mental impresionante, bombardean las páginas webs de los candidatos adversarios al suyo, dando comentarios positivos cuando atacan al candidato adversario e insultando hasta más no poder cuando hablan acerca de su candidato. Intolerantes e impulsivos, éstos, son los verdaderos y completos ignorantes de estas elecciones.


Lamento ver esto y es que la polarización que observo entre mis compatriotas es mayor a la del año 2006 [tiempo en el cual contaba con 16 años de edad y si bien es cierto no observaba las cosas tanto como ahora (aunque de todas formas lo hacía), puedo notar que el efecto de estas campañas en este año han sido mayor en la población].
Y ¿porqué? ¿Porqué ocurre esto?  [a riesgo de ser rechazado y hasta atacado por algunas personas que puedan leer esto ya que el fanatismo y la polarización se ha tornado en algunos lugares de una forma totalmente lamentable]. ¿Porqué entre tantas buenas opciones, terminamos escogiendo a quien puede ser un gobernador por un período de más de 5 años en nuestro país?
Con todo esto yo me pregunto... Verdaderamente ¿Ha ganado el Perú?
¿Porqué? ¿Por qué es que dejamos lo lado a reconocidos profesionales y terminamos escogiendo a alguien cuyo autoritarismo en estos momentos muy probablemente está tan sólo dormido hasta el 28 de julio? ¿Porqué dejamos de lado la razón, dejamos de ver el gran crecimiento económico, olvidamos tan rápido como un dictatorial Hugo Chávez dio vivas a un candidato antes de nuestras elecciones presidenciales del 2006, dejamos de lado las noticias internacionales sobretodo las que provienen de países como Venezuela o Bolivia sabiendo el gran vínculo que posee nuestro virtual presidente con los gobernantes de estos países?
Me tomaré la libertad de decir el porqué.
Soy peruano, uno de los 30 millones que (por lo menos como la gran mayoría) quiere ver a su país como el mejor de Latinoamérica (y por qué no? Del mundo). A mis 20 años (próximos a convertirse en 21) he vivido muchas cosas, pertenezco a la generación que nació en los 90’s, (15 de junio de 1990) y conozco muy bien lo que fué uno de los gobiernos mas corruptos de la historia, hablo del gobierno fujimorista (llegas a conocer muy bien las personas o a las cosas - o por lo menos llegas a despertar un gran interés por conocerlas- cuando éstas hacen un gran impacto en ti, en mi caso la corrupción del gobierno fujimontesinista hizo que –como en muchos casos- las pequeñas y medianas empresas se fuera a pique matando con eso gran parte de la clase media en el país, en el caso de mi familia, nuestra economía se fue por los suelos); en gran parte, a consecuencia de ello, sé muy bien lo que es vivir en una zona limeña urbanizada, pero también sé muy bien lo que es llegar a vivir en una casa que literalmente tiene techo y paredes de triplay; sé muy bien de lo lamentable que está el nivel de la educación estatal; conozco (porque viví en carne propia) que una de las principales causas del pandillaje es la falta de aceptación, de amor, de aprecio hacia un joven por parte de su familia(no dejando de lado la gran desocupación y el gran interrogante que tienen muchos jóvenes con el asunto de qué harán con el resto de sus vidas, además del desinterés por parte del estado para con ellos); he vivido eso y mucho más; sé perfectamente que la palabra de un político no es de fiar (sobretodo cuando uno de éstos le promete algún trabajo a tu padre, transformándose esta “promesa” como la única esperanza para el mejoramiento de la economía en el hogar… Esperanza que muchas veces pude ver que sólo se quedaba en palabras); en resumen, conozco muchas (mas no todas) cosas felices y también tristemente célebres de nuestra realidad nacional (doy gracias a Dios, sé que el siempre ha estado con nosotros de alguna forma u otra y por eso no he llegado a peores situaciones que sé que si han tenido que pasar algunas personas cercanas a mi entorno). Narrando esto, tampoco, intento darme de ser algún tipo de héroe o victimizarme, ya que como acabo de mencionar, sé muy bien que hay personas que la han pasado mucho peor que yo y gracias a Dios, él siempre ha estado cuidándome y no dejándome en el desamparo total.
Con todo esto, considero que amar a mi país es algo más que simplemente emborracharme porque es 28 o 29 de julio; es más que emocionarse y gritar “Viva el Perú!” tan sólo porque acabo de terminar cantar el himno nacional, pero después de eso jamás ni siquiera pensar en esa frase; amar a mi país es más que sólo recordar que uno es peruano porque la selección de fútbol va a jugar partido (y luego olvidarse de todo porque muy probablemente nuestra selección perdió). Respeto la forma de celebración de otras personas… Pero amar a la patria es mucho más que eso.
Un amor por la patria es algo más que sólo eso, es más que quemar llantas y saquear y destruir todo lo que encuentro a mi paso, es más que sólo sentirme bien porque me pongo un chullo o porque (en el caso de la gente de la costa), viajamos a un lugar del interior del país y jugamos a los “exploradores”, creyéndonos (de una forma absurda y ridícula en muchos casos) demasiado sofisticados y exclusivos en un lugar ( por ejemplo) como Huancavelica, Cerro de Pasco, Chota o Chongoyape. Un amor por la patria es más que tener una actitud xenofóbica y querer expulsar a todo extranjero porque quiero instaurar un gobierno autoritario en “mi nación”.
Un amor por el Perú, un verdadero amor por el Perú, radica en querer lo mejor para su país, querer lo mejor para sus habitantes y no sólo a los de una determinada región, sino a todo el país, un amor por el Perú es amar sus raíces, amar sus costumbres, ser hospitalario con los visitantes del exterior y tener un gran y buen sentimiento por los habitantes del interior del país, es cuidar sus recursos, es distribuir las riquezas equitativamente sin disfrazarse de demócrata para luego hacer el papel de dictador; un verdadero amor por el Perú es tener llegada, hasta incluso en esas regiones olvidadas en (por ejemplo) en Puno y ver por aquellos habitantes que están muriendo de frío, es saber reconocer al gobernante de turno y en el caso de formar parte de una oposición, ser parte de una oposición constructiva y que se esté ahí al fin y al cabo para el mejoramiento de la nación, velando por los intereses de ésta. Es (en el caso de ser un líder) velar por los intereses de las personas de quienes se está a cargo y ver de qué manera puedo hacer que mi nación pueda desarrollarse equitativamente, dejando resentimientos y egoísmos de lado. Un amor por el Perú… Es eso y más.

Lamentablemente, ciertas personas (que al parecer no se han dado cuenta que el muro de Berlín ya cayó hace más de 20 años) avivan a que se haga todo lo contrario al párrafo anterior.
Concluyo por ahora, tratando de ver el lado positivo de las cosas, tratando de hacerme creer que no todo de ahora en adelante será tan malo, y hasta riéndome un poco pensando en que ahora, unas amistades de Venezuela que viven aquí en Lima, podrán sentirse un “poco más como en casa” con un presidente como el que ha sido electo recientemente. Pero también, pensando seriamente en cómo (sobretodo en la 2da vuelta electoral), es que en muchos casos el crecimiento económico del país, fue superado por el egoísmo de muchos peruanos, que (muy probablemente) optaron por el peor de los males, tan sólo por dar la contra a antiguos adversarios o cómo algunos otros suelen tener actitudes hostiles por manipulación de “seudo-patriotas” que cínicamente llaman antipatriotas a aquellos que no comparten su forma de pensar.
Escribo esto (y sé que podría escribir mucho más, pero no quiero extenderme demasiado por ahora) sabiendo que hay libertad de expresión en mi país. No lo sé, la verdad, no sé hasta cuando podamos tener este beneficio los peruanos, no sé tampoco si tal vez (sólo tal vez) mis temores sean infundados y nada malo llegue a pasar los próximos 5 años de gobierno, sólo sé que sea en un gobierno como los que estuvieron entre los años 2001 y 2011 o sea en medio de una dictadura que se enclaustra al poder (como en Venezuela), gracias a Dios, puedo disfrutar de una libertad, una verdadera libertad que sólo puede existir en Cristo Jesús.

¿Entonces, porqué ganó Ollanta Humala? La segunda parte de la respuesta en la siguiente publicación.

Dlb. . .